Bananera Jardines del Atlántico

En 1.987 Don Luciano Reverón (Chano para los amigos) abre al público su nuevo negocio: Jardines del Atlántico, en la actualidad Aloe Park.
Este peculiar proyecto agro-cultural, nace del deseo de mostrar tanto a turistas como a residentes, la fauna y flora del archipiélago, así como las costumbres y alimentos típicos del pueblo canario.
Cuenta Luciano (Chano) que junto a dos buenos amigos quisieron agasajar como es debido a otros amigos comunes extranjeros, mostrándoles para ello los lugares más atractivos y representativos de nuestra isla.
Decidieron enseñarles también la finca de Chano, y, como era de esperar quedaron prendados de ella, al contemplar la variedad de árboles, plantas autóctonas, animales domésticos y útiles de labranza.
Le propusieron entonces por qué no abrirlo al público y que el mundo pudiera contemplar lo que a ellos les había enamorado.
A Don Luciano le pareció una estupenda idea, por lo que junto a su familia pusieron manos a la obra y convirtieron una finca familiar en un rincón emblemático que merece la pena visitar.
Aquí, entre otras muchas cosas, se puede apreciar el temperamento del alma canaria.
Este peculiar proyecto agro-cultural, nace del deseo de mostrar tanto a turistas como a residentes, la fauna y flora del archipiélago, así como las costumbres y alimentos típicos del pueblo canario.
Cuenta Luciano (Chano) que junto a dos buenos amigos quisieron agasajar como es debido a otros amigos comunes extranjeros, mostrándoles para ello los lugares más atractivos y representativos de nuestra isla.
Decidieron enseñarles también la finca de Chano, y, como era de esperar quedaron prendados de ella, al contemplar la variedad de árboles, plantas autóctonas, animales domésticos y útiles de labranza.
Le propusieron entonces por qué no abrirlo al público y que el mundo pudiera contemplar lo que a ellos les había enamorado.
A Don Luciano le pareció una estupenda idea, por lo que junto a su familia pusieron manos a la obra y convirtieron una finca familiar en un rincón emblemático que merece la pena visitar.
Aquí, entre otras muchas cosas, se puede apreciar el temperamento del alma canaria.